#Españoles #Generación27 #PremioCervantes #SigloXX
Lucía es rubia y pálida. Sus quietas pupilas de princesa vagamente miran hacia el ocaso, y en su frente se muere una ilusión. Las violetas de sus grandes ojeras melancólicas
Mi portento inmediato, mi frenética pasión de cada día, mi flor, mi ángel de cada instante, aun como el pan caliente con olor de tu… aun sumergido en las aguas de Dios,
¿Te quebraré, varita de avellano, te quebraré quizás? ¡Oh tierna vida, ciega pasión en verde hervor nacida, tú, frágil ser que oprimo con mi mano! Un chispazo fugaz, sólo un liviano
Hombre es amor. Hombre es un haz, un ce… donde se anuda el mundo. Si Hombre fall… otra vez el vacío y la batalla del primer caos y el Dios que grita «¡E… Hombre es amor, y Dios habita dentro
Estoy vivo y toco. Toco, toco, toco. Y no, no estoy loco. Hombre, toca, toca lo que te provoca:
Qué hermosa eres, libertad. No hay nada que te contraste. ¿Qué? Dadme tormento. Más brilla y en más puro firmamento libertad en tormento acrisolada. ¿Que no grite? ¿Mordaza hay preparada?
¿Estás? ¿No estás? Lo ignoro; sí, lo ig… Que estés, yo lo deseo intensamente. Yo lo pido, lo rezo. ¿A quién? No sé ¿A quién? ¿a quién? Problema es infinit… ¿A ti? ¿Pues cómo, si no sé si existes?
Todos los días rezo esta oración al levantarme: Oh Dios, no me atormentes más. Dime qué significan
Desnudas han caído las once campanadas. Picotean la sombra de los árboles las gallinas pintadas y un enjambre de abejas
Pausa, espantosa pausa de párpados de plomo, tromba dormida al aire, pompa de paños, polvo, donde irrumpen frenéticas
Yo estoy cansado. Miro esta ciudad —una ciudad cualquiera— donde ha veinte años vivo.
¡Oh, blancura! ¿Quién puso en nuestras… de frenéticas bestias abismales este claror de luces siderales estas nieves, con sueño enardecidas? ¡Oh dulces bestezuelas perseguidas!
#Soneto
¿Adónde va esa mujer, arrastrándose por la acera, ahora que ya es casi de noche, con la alcuza en la mano? Acercaos: no nos ve.
Batientes en sus goznes, de tierra aún, los sueños, en tanto desamparo, los ojos dan, abiertos, a esquilas amorosas,
¿De qué sima te yergues, sombra negra? ¿Qué buscas? Los oteros, como lagartos verdes, se asoman a los va… que se hunden entre nieblas en la infanc…