En la intimidad, de cerquita, de frente, a solas,
cuando ya no hay vuelta atrás,
cuando ese instante parece ser ya toda la vida
y solo falta pronunciarse en materia
con los labios puestos en frenesí,
hay solo una ley que nos gobierna los deseos;
para explorarnos, basta soñarnos.
Porque hay más vida que solo está,
dime cuándo aparecer,
porque ya no hay vuelta atrás
cuando disolverme en tu mirada,
porque este instante parece ser ya toda la vida,
para empezarnos a conocer las almas,
te pueden atemorizar estás ganas
que tengo de tocar tu alma.