Está imagen me recuerda a ti,
con el pensamiento abstracto
se intensifica tu imagen, tu ser real.
Tu recuerdo toma forma y fuerza,
te alzas como un volcán activo;
que recordarlo me hace ser fuego.
Aveces eres suave luz, que calma el alma.
Aveces eres fuego y lava, que quema el alma.
Te veía ir y venir,
como ese volcán si te gusta ser racional,
en erupción volcánica,
me sentí atraído tu magma.
Más allá de tu capacidad de destrucción
pude darme cuenta de esa luz,
luz mágica, tu luz,
tu brillar puro mi amor.
Pero si dejas de lado tu ser racional,
se ve un ojo, un ojo dilatándose a punto de comprobar,
que su ser amado sigue existiendo, sigue siendo fuego.
Eso sufren mis pupilas cada vez que
una silueta parece ser la tuya.
Entraré en un proceso de purificación
cuando hagamos erupción.
Tal vez, con un casto beso me conformaré,
eso es suficiente para dejar en erupción
dos volcanes enfrentados,
explotándose los cuerpos, ardiendo de amor.
Puedes destruirme fuego eterno,
puedes calcinarme hasta los huesos en un beso.