Sin pudor alguno, sin remordimientos, en uso de tu “libre albedrío” lástimas, en lo más profundo
Cuando miro en silencio el lecho blanco de tu creación, sé que aún andas como revolotear de mariposilla en mi mente; entre ideas neonatas,
Llano adentro, a campo abierto, pañuelito pleno de estrella, que adornan en belleza al universo. La noche en el campo,
Pensamientos nuevos estrenando tu nombre. despejando dudas, acariciando intentos. Hoyando, entre realidad
Gabo. Pareces Venido de otro mundo. Desde los más tiernos años, en cada pedacito de la realidad se te fue revelando la magia,
Redimida el alma. Absuelto el espíritu, encuentra la paz, que se inquiere para perdonar
Todo pasa, nada es envano, nada es accidental, todo conspira en la alborada. En el momento justo en la alborda, en el límite
Con el paso menudito, una oración en los labios, vas como llevada por el viento... Asistiendo con el vino y el pan a las almas que inquirían librar
Como antes, como siempre. estiras el brazo, te sacas el corazón y echas a volar
Luna lunita, luna de Lorca, luna de gitanos, luna, lunita mi corazón
Viajando en los albores de sus infancias, en un cielo azul vuelan sus sueños. Entre moteada nubes
La decisión está tomada. Un Corazón como pez fuera de agua. Una lágrima por caer. Un talego a la espalda.
Estás en la honestidad de tu palabra, en la agudeza del pensamiento, en la irreverencia de tus actos. Maestro que desata la sed
En diferentes tiempos a disímiles compases, la vida en su constante simbiosis, nos juntó sobre la misma tierra.
Despojado de atavíos, la piel habituada al sol, al viento, al mar, con el alma desnuda develando vas los secretos