Voy perdiendo los días de estar so… los días recién buenos ahora descu… ahora que se van, y una tristeza hija de mi tristeza… me borra lentamente las ganas de s…

Matanzas: bendigo aquí tus malecones mojados, los árboles desterrados del Paseo de Martí y el eco en el Yumurí.

Ese que no dejó de ser mi amante y al que le debo siempre sepultura… uno a quien nunca quise lo bastant… aquél, obra de sueño, conjetura... Alguien me jugó a nada y tuvo suer…

¡Ay, hermanos que tengo por el mun… ay, mi carne perdida en tres pedaz… ¿Dónde están esos rostros, esos br… dónde están que en mí misma los co… Aquí vivo con patria pero sola,

Otra vez la batalla lenta y verde: tu perfil de muchacho resonante asomándome el fuego, y un instante de temblor en mi labio que te muer… Otra vez los dos ciegos y el hundi…

I Hugo Ania Mercier: yo te quería. A tu cuerpo de hombre agonizante que irradiaba dolor como un diaman… a tu paso que insiste todavía,

Yo no tengo tu modo de mirar a la… ni tu ademán dispuesto en flor sob… a mí me duelen las mariposas muert… y los atardeceres con familia mora… Pero tú, que eres triste como para…

Se me ha perdido un hombre. Y lo busco por cifras y guitarras, por rostros y entrepisos, en el cielo, en la tierra,

Salud, mi bandera. Salud en la fe… ¡Salud...! Un rosario de versos y flores para tu señera, fantástica historia. Salud, mi bandera.

Yo venía con una paz solemne, con una fiebre de pascua recobrada… fija al dolor no obstante, y ya estabas allí: pálido papel para mis besos,

No lo puedo decir. La voz precisa quedó bajo el silencio sepultada; cuando retoza el crimen ya no es n… el diente que pelea en la sonrisa. No lo puedo decir. Y acaso es lar…

Llevo un lirio fantástico, tremend… bello por fuera y por dentro malo. Me espanta con su sed. Lo doy, lo… a cualquiera que pase lo regalo. Que se vaya a crecer; alto, derech…

Callados, por la tarde, gravemente… sin elegir el sitio de la tierra, tú y yo nos besaremos como en guer… hasta quedarnos fríos frente a fre… Yo, cada vez más tumba que se ahon…