VILMA, LA DIOSA DEMENTE
A la loca de mi pueblo
El pájaro de luz se fue escapado
por las puertas abiertas de tus ojos;
colocándole clave en los cerrojos
al retorno del tiempo sosegado .
El tono melancólico y cansado,
de tus palabras tristes, son rastrojos
del extinto jardín de labios rojos,
que hoy marcan el rictus de tu enfado.
Vas caminando, por las calles, sola;
huyendo al sirirí de los mozuelos
que fustigan tu insania permanente .
Muchas veces vistiendo camisola;
otras, en desnudez de los pañuelos,
que cobran realidad, solo, en tu mente.