PERJURAS MARIPOSAS
Un enjambre de aflictas mariposas,
cansadas de la efímera existencia,
a dioses del jardín piden clemencia
por su anhelo de ser como las rosas.
Y un ángel vegetal, a las hermosas,
de convertirse en flores dio licencia,
haciéndoles clarísima advertencia
de la renuncia a vidas vagarosas.
Pretendieron después tornar al vuelo,
para viajar en éxtasis del viento
por el sendero azul que tiene el cielo,
en apacible y dulce movimiento,
sin importar que el ángel del consuelo
les castigue la falta al juramento.