Reinaldo Bustillo

Reinaldo Bustillo Cuevas nació en San Juan Nepomuceno, Colombia, hijo del poeta Ismael Bustillo Angulo y Doña Elena Cuevas Arrieta, hija a su vez del Medico Honoris Causa  Don Manuel Cuevas Martínez. Fue  profesor de Matemática y Literatura en La Normal Superior para Señoritas Mercedes Elena de Pareja; en la Concentración de Educación Media Diógenes Arrieta; y en el Colegio de Bachillerato Silvia S de Arrieta donde fungió de rector. Fue elegido Diputado a la Asamblea de Bolívar por el partido Nuevo Liberalismo, comandado a nivel nacional por el mártir Luis Carlos Galán  Sarmiento. Ha publicado tres poemarios: “Te Espero en la Orilla del Recuerdo”; “Migajas de Amor” y “El Cielo de mi Tierra es Diferente”; un ensayo: “Diógenes Arrieta, Guerrero de la Pluma y la Palabra”;  es autor de numerosos poemas, cuentos y ensayos,   publicados en Revistas Nacionales y  Extranjeras; colaborador del diario “La Libertad de Barranquilla”; de “El Espectador” de Bogotá”; Letra Digital” del Uruguay; Symbolos de México D.F; “Comparto mi Cultura” de Argentina; ha sido traducido al portugués por Urda Alice Klueger; referenciado por Jaime González Sánchez  catedrático de la Universidad Santa Cruz de la Sierra de Bolivia por el Trabajo “Moral Antropológica“; lector invitado varias veces por la Radio La Quebrada de Argentina en el “Programa Una Noche Inolvidable”; Mención Especial  de SADE (Sociedad Argentina de    Escritores), con el soneto Mi Terruño, dedicado a San Juan Nepomuceno, en el Concurso Internacional del Soneto en Dolores; Miembro del Club Internacional de Escritores “Palabra sobre palabra” de España, donde fue  Creador del “ Grupo Amantes del Soneto”, adscrito al Grupo PsP y designado como profesor de CEL ( Centro de Estudios Literarios).

Reinaldo Bustillo Cuevas nació en San Juan Nepomuceno, Colombia, hijo del poeta Ismael Bustillo Angulo y Doña Elena Cuevas Arrieta, hija a su vez del Medico Honoris Causa  Don Manuel Cuevas Martínez. Fue  profesor de Matemática y Literatura en La Normal Superior para Señoritas Mercedes Elena de Pareja; en la Concentración de Educación Media Diógenes Arrieta; y en el Colegio de Bachillerato Silvia S de Arrieta donde fungió de rector. Fue elegido Diputado a la Asamblea de Bolívar por el partido Nuevo Liberalismo, comandado a nivel nacional por el mártir Luis Carlos Galán  Sarmiento. Ha publicado tres poemarios: “Te Espero en la Orilla del Recuerdo”; “Migajas de Amor” y “El Cielo de mi Tierra es Diferente”; un ensayo: “Diógenes Arrieta, Guerrero de la Pluma y la Palabra”;  es autor de numerosos poemas, cuentos y ensayos,   publicados en Revistas Nacionales y  Extranjeras; colaborador del diario “La Libertad de Barranquilla”; de “El Espectador” de Bogotá”; Letra Digital” del Uruguay; Symbolos de México D.F; “Comparto mi Cultura” de Argentina; ha sido traducido al portugués por Urda Alice Klueger; referenciado por Jaime González Sánchez  catedrático de la Universidad Santa Cruz de la Sierra de Bolivia por el Trabajo “Moral Antropológica“; lector invitado varias veces por la Radio La Quebrada de Argentina en el “Programa Una Noche Inolvidable”; Mención Especial  de SADE (Sociedad Argentina de    Escritores), con el soneto Mi Terruño, dedicado a San Juan Nepomuceno, en el Concurso Internacional del Soneto en Dolores; Miembro del Club Internacional de Escritores “Palabra sobre palabra” de España, donde fue  Creador del “ Grupo Amantes del Soneto”, adscrito al Grupo PsP y designado como profesor de CEL ( Centro de Estudios Literarios).
Obtuvo el primer lugar en el Concurso Internacional de “Un Soneto Para Soria- España”, convocado por “Amistad Numancia” con el propósito de exaltar los méritos heroicos de Numancia, ciudad celtibera, que no pudo ser tomada por las armas del Imperio Romano en el sitio que le infligió en el 133 antes de Cristo , sino que únicamente por un asedio de dieciocho  meses se doblegó ante  seiscientos mil legionarios, bajo el mando del nieto del Escipión el Africano, Publio Cornelio Escipion  Emiliano.
Aceptado  como Miembro de SELAE (Sociedad de Escritores Latinoamericanos y europeos) con sede en Milán- Italia y de donde es colaborador; y Embajador ante los Escritores Colombianos. Últimamente fue aceptado como colaborados del Blog Corazón del verbo de Sevilla- España, donde publico el soneto “El COLIBRÍ” Y DE LA Revista ALDABA de Sevilla- España.  

EL CIELO DE MI TIERRA ES DIFERENTE
Por Jocé Daniels García
El Cielo de mi tierra es diferente es uno de los buenos libros de poesía que en los últimos tiempos ha caído, por voluntad de las musas, en mis manos, y como todos los libros de Reinaldo Bustillo Cuevas lleva el estigma indeleble de quien a través de los años conoce las leyes de la poesía clásica y sabe cuál es la música, el tono y la melancolía que debe llevar un verso libre.
Desde los primeros poemas fluye ese remolino lírico y entonces observamos que detrás de bambalinas, las metáforas ocultan un código referido a San Juan Nepomuceno. Demuestra como todo buen aeda que cuando quiere algo lo imagina, lo crea y lo eterniza con su pluma, donde lentamente aparece el ingenio y la imaginación, la gracia y la fantasía, la sutileza y el conocimiento de la naturaleza humana, como un hijo de aquellos campos florecidos, como un hijo del espíritu errante de Trino el brujo el cantor de los Montes de María.
El Soneto como la máxima expresión del género poético, desarrollado por los poetas castellanos desde Félix Lope de Vega Carpio hasta el caballero del Soneto, don Miguel Rasch Isla, y que en nuestro país ha tenido tantos seguidores, también tiene un espacio en la poética de Bustillo Cuevas. Son Sonetos de Mentira en donde surge una poesía límpida que consolida su estilo personal y como las flautas al viento que cantan el preludio al trinar de los pájaros, Bustillo Cuevas, con sus marcadas influencias piedracielistas, modernistas y románticos pergeña una poesía que se gesta en una realidad vivida, con nombres propios y compromete el paisaje del San Juan de sus recuerdos, su entorno humano y lo viste con las mejores galas de la belleza natural.
Conocí a Bustillo Cuevas en las mismas circunstancias en que se conocen todos los poetas de este mundo, una tarde de otoño cuando nos disponíamos a develar los secretos enterrados en una de las criptas del viejo mausoleo donde se decía estaban los versos más bellos de Diógenes Arrieta y que había escrito en tiempos en que las doncellas que buscaban destino con sus multicolores miriñaques coqueteaban muy cerca de donde estaban los otrora empresarios del tabaco. Desde aquellas lluvias hasta nuestros días me he deleitado con sus poesías, bellas tristes, alegres y frescas, libres de estridencias y ambages retóricos, cuyos antecedentes se encuentran sumergidos en otros grandes poetas de San Juan Nepomuceno.
Sus versos contrastan con la poesía frívola, cursi y floja de algunos poetas de nuestro tiempo que en medio de la manigua de una ciudad tan anquilosada en material cultural como Cartagena surgen como una gran cártel con sus turiferarios y corifeos para conformar una sociedad de elogios mutuos y así endilgarse epítetos sonoros y coronarse de laurel y presentarse en el panorama intelectual como la pléyade de los elegidos. Organizan concursos y eventos y como en la corrompida Roma de Nerón tocan la lira del triunfo, se ríen de sus propias pilatunas, y al igual que los zoilos de la desgracia, bautizan y excomulgan, pontifican con sus poesías tan débiles que se desgranan en el cernidor de la crítica para quedar regados en el solar de los infortunios. He ahí la diferencia. Bustillo Cuevas con sus versos libres ruge y avasalla, sin facilismo o ilusorios, sin la veleidad cotidiana que ha invadido los fértiles campos de la poesía.
En El Cielo de mi tierra es Diferente nos topamos con versos acrisolados que se riegan en el ambiente como un ramillete multicolor y dejan efluvios agradables al espíritu. Gracias a Dios y a Trino el Brujo, aún quedan buenos aedas.

Benéfica influencia del soneto en la poesía Libre
Artes, Artes literarias, Poesía

Rafael Núñez Moledo, poeta  autor del Himno Nacional de Colombia y Presidente de le Republica, alguna vez dijo:
El cerebro mana el pensamiento
como la caña miel.
Sin justificar la verdad científica de esta expresión quiero tomar el fundamento metafórico  del mensaje para colegir con él, que cada vez que el hombre se expresa, lo hace en armonía con lo que abunda en su cerebro; y que, por lo tanto, el poeta cuando habla hace poesía. Le oí decir a alguien, en alguna ocasión, que poesía es el modo natural de expresarse el vate. Todo lo anterior para decir que la Poesía Libre, como su mismo nombre indica, es poesía; y afirmar, sin el más mínimo temor de desacertar, que en esta forma de poesía se han escrito piezas trascendentales de la Poesía  Universal.
Pero pido licencia para hacer algunas elucubraciones, de las que respondo sin comprometer a ninguna Escuela y menos a algún autor, sobre lo que considero  justificó, en parte, la poesía Libre. Séame así mismo permitido hacer uso de un símil para encontrar el sendero expedito que me conduzca a demostrar la hipótesis que pretendo exponerles.
Imaginemos a un malabarista, que cansado de aumentar el número de objetos que lanza, al aire, describiendo un arco, para recibirlos con la otra mano, resuelve tomar objetos de diferentes pesos, ya sea por su tamaño o por el peso específico de los materiales de que hace uso. El público que observa, se siente incapaz de distinguir a simple vista el peso relativo de cada uno de los objetos que forman el arco armonioso del artista. Así el poeta que cansado del isosilabismo resuelve versificar con versos anisosilábicos, no olvida nunca el ritmo, que es en esencia un retomar el concepto griego del uso de los  pies, concepto este merecedor de suma atención, para comprender la musicalidad de cada idioma.
Decimos, pues, que la poesía versolibrista, consistió en sus orígenes, en el abandono del isosilabismo, pero cada vez que hizo  uso de un verso de determinado número de sílabas,  su autor  se sintió comprometido a cumplir con el ritmo propio de él, no es pues prosa escrita en renglones cortos; recordemos que el verso es un renglón con medida; la libertad a la que alude el término no debe entenderse como despreocupación de la musicalidad, que es condición constitutiva del verso. Es célebre la advertencia, en este sentido, de Machado:
Verso libre, verso libre,
líbrate mejor del verso
cuando te esclavice.
Resumiendo diremos que el versolibrismo emplea el verso anisosilábico, pero que cada vez que hace uso de uno cualquiera, está en la obligación de respetar y acatar su ritmo, distribución de acentos, de la manera como la naturaleza del verso en particular requiera.
Aquí es donde viene la influencia benéfica del Soneto en la Poesía Libre, en cuanto que estando el soneto sometido a una estricta distribución de acentos, enseña al poeta versolibrista a cumplir este requisito que enriquecerá y hermoseará su verso.
Podemos decir, sin el mínimo riesgo de error, que el experto en escribir sonetos tendrá la habilidad de escribir versos libres más rítmicos Por otro lado los poetas que escriben versolibrismo no deben olvidar que la exoneración que se les brinda en cuanto a la rima y al número de sílabas no llega nunca, no puede llegar, a liberarlo del ritmo, pues su producción dejaría de ser verso y se convertiría en prosa; prosa poética si se quiere, pero prosa. El poema Libre, para que quede  cabal, exige cadencia, ritmo interno y musicalidad, atributos  que vienen dados en formas diferentes que en el soneto , o en general, en la poesía isosilábica.
En todo caso el verso libre no es prosa en renglones cortos, es una forma diferente de poetizar, pero que, aunque parezca contradictorio, tiene sus leyes.
 

© Reinaldo Bustillo Cuevas
Reinaldo Bustillo Cuevas, después de terminar sus estudios elementales en su pueblo natal, San Juan Nepomuceno, en la Escuela Pública para Varones, entidad única educacional existente en la localidad, para ese entonces, regentada por Don Roque Jacinto Borré Paz, viajó a Cartagena de Indias para asistir a una convocatoria que el Gobierno Central hacía a los estudiantes que aspiraran cursar estudios de Bachillerato. Allí conoció el mar: inmensidad azul, que a las seis de la tarde se salía de su lecho para besarle los pies al sorprendido joven que, sentado en un tronco viejo, no ha podido nunca desgravarlo de su mente y sus amores. Ganó una Beca para el Colegio Nacional Simón Araujo, en Sincelejo actual capital del Departamento de Sucre, pero en esas calendas la  segunda ciudad en importancia en el Departamento de Bolívar, donde queda San Juan Nepomuceno. Recién llegado compite en una convocatoria para “El Cuento del Araujo”, con la gratísima sorpresa de salir triunfador con su trabajo “El Beso Amargo”. Para profesores y amigos era sorprendente que un joven con inclinaciones poéticas se destacara además como el mejor estudiante en matemática. Desde entonces estas dos tendencias lo irán marcando para el resto de su vida. Como matemático se destacó, casi de inmediato, como orientador de sus mismos condiscípulos. En el segundo año de Bachillerato por la falta temporal del profesor de matemática y siendo encargado un profesor desconocedor de la materia, se encarga del desarrollo del programa escolar en la materia, bajo el control disciplinario del docente encargado de la asignatura. Durante el resto del bachillerato fue profesor de matemática de sus compañeros e inclusive en algunas ocasiones orientador de alumnos de cursos superiores. Pero su oculta afición hacía la poesía seguía en ascenso, hasta llegar a escribir su primer soneto: Azul.
Terminados sus estudios secundarios se traslada a Bogotá a estudiar Ingeniera Civil,  pero descuida sus estudios superiores por dedicar la mayor parte de su tiempo a desempeñarse como profesor de literatura, actividad que constituía su principal fuente de ingresos, entonces conoce a una niña que le recuerda, con sus ojos  su lejano mar  y con su andar a las gacelas de su San juan distante y le dedica el soneto Levedad
 
La fragancia de amor de su sonrisa
riega su esplendidez  en la mañana,
cuando devota llama la campana
al santo sacrificio de la misa.
 
Con garbo  de gacela, anda de prisa,
como emergiendo de una luz temprana
que le cede al andar  gracia liviana
en alígeros pliegues   de la brisa.
 
Va pintando de azul con su mirada
el tapete de armiño de la nieve,
que el frío mañanero patrocina,
 
si burila  en el prado   su pisada
con  gracia  femenil que, el rastro leve,
va inventando el sendero en que  camina.
Sin concluir sus estudios profesionales regresa a su ciudad natal en calidad de profesor de matemática y de literatura en la Normal Superior  “Diógenes Arrieta” y en la “Concentración de Educación Media Departamental, recién establecidas y funda el “Colegio de Bachillerato Silvia S. de Arrieta” donde dictó las asignaturas de literatura y matemática y fungió de rector.
Por circunstancia, inesperadas y sorprendentes de la vida, pues nunca había ejercido la actividad política, llega bajo el patrocinio del Líder y posteriormente mártir de la Patria: Luis Carlos Galán Sarmiento a la Asamblea Departamental de Bolívar. No ha dejado nunca de desempeñarse como orientador de las juventudes de la región como guía en literatura.
Fue columnista del “Espectador Costa” de Bogotá, y del diario “La Libertad” de Barranquilla durante largo tiempo; y se ha desempeñado como conferenciante en eventos literarios, como presidente fundador de la Casa de la Cultura de San Juan Nepomuceno, y como miembro del “Fondo Mixto para la Cultura del departamento de Bolívar”.
 




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