LA MUDEZ Y EL SILENCIO
SONETO ALEJANDRINO EN VERSOS BLANCOS
Mudez es la ablación del aliento divino,
que viene desde el alma trayéndola en pedazos.
No es renuncia el silencio, es discreta oración,
el silencio es camino, es el trance hacia Dios.
Omnímoda florece en desdichado afásico,
que sordo a los sonidos olvida la palabra.
El sabio, en el silencio, navega entre sus linfas,
él siempre se ha saciado en sus fuentes ubérrimas.
La mudez y el silencio jamás han sido hermanos,
hay mudos bullangueros que gritan con sus gestos;
en cambio el silencioso, en su prudencia, es sabio.
Antes de que surgieran los seres que ya han sido
el silencio reinaba sobre el mar de la nada;
la mudez aparece como atrofia en el alma.