LA BELLA DURMIENTE DEL BOSQUE
Refundición en soneto alejandrino de un cuento infantil
Por cien años dormida, una bella princesa,
en el bosque escondido, con sirvientes y pajes,
enjaulados turpiales, y ligeros carruajes;
siente al príncipe amado que los dedos le besa.
Ha esperado cien años, la agradable sorpresa
de que el príncipe llegue de larguísimos viajes
con su cetro de mando, principescos ropajes,
a cumplir el milagro de encantada promesa .
Del letargo revive, con el beso en las manos,
esperando que aflore la fortuna atrasada
que devuelva la dicha que ella siempre ha soñado:
se rehaga su corte con sus padres y hermanos,
se resane la herida de su fe destrozada,
por urgente mandato de su príncipe amado.