EMERSON OSORIO DÍAZ
(Poeta, amigo y ex alumno)
Recibiste de Dios el gran tesoro,
que se oculta latente en la palabra;
y con mandato audaz de abracadabra
le trueca, al vate, su pedido en oro.
El silencio entre sílabas florece
por darle cumplimiento a tu mandato,
temeroso de entrar en desacato
cuando en el ritmo tu canción se mece.
Hoy regresas tranquilo hacia los tuyos,
del Olimpo imponente hasta la cima,
a seguir entre iguales tu existencia:
a los astros tener como cocuyos
que en canto sideral con ritmo y rima
le trazan el compás a tu cadencia.