CANTO ENDECASÍLABO PARA
JULITA CONSUEGRA CERVERA
Sólo una vez, ¡qué lástima!, te he oído,
sólo una vez ….y me sirvió por siempre,
para quedar feliz y sorprendido,
porque supe que estaba en la presencia
de una musa del ámbito divino.
Las notas de tu piano te evaporan,
te subliman, y levitando viajas
a regiones quiméricas y azules,
y no puedo rastrearte, pues tus pasos
veloz te llevan a región triunfante.
Cuando regresas de tu viaje etéreo
tú retomas las formas del humano
al hacerte mujer, pero divina,
¡Mujer divinizada por el ritmo
que llueve de tus mansos dedos mágicos ¡.
Como Fidias que con certeros golpes
diestro le infunde espíritu a la piedra,
tus manos, prolongaciones del alma,
esculpen en el aire de las notas,
el donaire sutil de las palomas,
que con su rítmico estampido vuelan
a las regiones de éxtasis y ensueños.
No te pido el secreto, sí el camino,
que de prisa me lleve de la mano
como llevando al inocente niño,
al sueño de tu Olimpo cotidiano.