MIGUEL ÁNGEL Y LA PIETÁ
Al golpe de tu mazo se estremece,
el marmóreo, de los Alpes, bloque;
que solo espera que el cincel lo toque
para vencer la sombra do adormece .
En tanto, su blancura permanece,
aguardando que el genio se desboque
y a la piedra le reste con su choque
lo que de piedra sobra y envilece .
Quedando al descubierto alma piadosa
que, en lágrimas de mármol, llora al hijo
que entregó leyes del amor al hombre,
grabó sobre la arena Cruz y Rosa,
ató al cielo y la tierra en crucifijo,
del Padre Celestial habló en el nombre