Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.