a Adolfo Agustín Arnulphi
me arrancaste un dolor antiguo que se movía por dentro punzándome la espina dorsal. Con tu canto, con las manos blandas
Un cuerpo de tierra el vientre esencial: la madre savia. Descompone –hilo por hilo– un lega… añejo, decrépito, oscuro.
La vieja de al lado teje cejas gruesas y despeinadas para pegárselas a las muñecas que… guardadas en los armarios de las p… Dice que
cuido mi casa por si entra un aire de vieja historia que pesa en el aire a la espera de un locutor
Lunes kilométrico de crujir en las internas de inciertos y pieles perfumadas de un messenger de amor
Instrumentadora del aire que sórdida y putrefacta menstrúa el vívido e inmenso infortunio de ser
¿es esto el preludio de un amor canónico erigido —ni más ni menos— que por el absurdo?
Hasta cuándo puedo seguir jugando con el diccionario mientras intento convencerte de que salir de este alboroto será placentero. Es como si hubiese cruzado la puerta del laberinto adent...
Reiteradas veces me encuentro pensando en cómo (y para qué) compartir los beneficios que la práctica diaria de yoga le trajo a mi vida en tantos aspectos sin c. creer que todos necesita...
El ceño tenso: en la cama en el subte en la tarde. La espalda sin postura
Doy gracias al primer santo: serenos hoy construimos un templo a la distancia que como indica es: también refugi…
El orden de la naturaleza la disciplina del tiempo la piel en la tierra el follaje reverdecido y la firmeza en el pensamiento.
Mi piel y mis raíces se refugiaron… Dibujo-te con yuyos con rueditas y espirales toco-te las sienes con las yemas de mis dedos
qué rápido que se borran las imágenes los pasajes las ideas lo creado en los estados de ensoñación. Como los días de la vida entre los 20 y los 30 cuando la disfrutas un poquito nomás. ...
Como dos astas maduras se cae mi conciencia profunda y sólo encuentro alivio en el reco… Por hoy, hay una mirada que no se perdió en…