Níquel y gozo
Lunes kilométrico
de crujir en las internas
de inciertos
y pieles perfumadas
de un messenger de amor
de las balonas desinfladas,
de citar con música
de perder el fuego,
de poco calor para pasear con vos pues
afuera ya es invierno.
Lunes involuntario
que se termina en un único suspiro
que se va
con una luna llena
por una ventana enredada en el metal.
Lunes involuntario
que se termina en breve
en un perfume barato
en un encendedor perdido
en carozo mustio
en este verso sin reglas.
Lunes
desinteresado
y estrecho
háblame bajito
bailemos un tango
por si el letargo muriera de fiebre
y te rescatara así
de los subterfugios del alma
de un lunes
incabable.
