Tarde de ocaso el río se inundaba de sus reflejos Senderos. Alfonso J. Paredes

Cuantas veces te vi andar por la c… tenías que pensarlo si son ciegos y te abrazan en un infinito suspir… entre sus brazos y manos llenas de… Son cálidos sus abrazos y arriba e…

Te descubrí leyendo tu poema A un viejo poeta del perú debajo de un abedul, con tu amigo del atardecer, los versos perdidos

En un lugar de España, de añoranzas de lo añejo, con mucha maña se engaña, con una caña de vino viejo. Extraña la Buelga de Ciaño,

¿Qué es la luna, sin el brillo de tu mirada, sin el influjo de las mareas? La Luna, sin poesía,

Sueño, querida margarita, que los años que te he arrancado y cortado por tu blanquecina corol… pasaron demasiado rápido. Pero he de decirte,

Estando yo en el colegio sin saber qué era un balón, jugaba obligado al fútbol más cual fuese la estación pues negarme no podía

Lo tengo que decir y lo digo, que la luna no suspira, ni ríe, ni habla, ni se sienta al… tampoco te da la espalda, ni mira. Que la luna no tiene vida

¡Buenos días tenga usted buen seño… —Buenos sean lo mismo le deseo —Diga: ¿voy por buen camino al mus… —A dos calles doble a diestra mejo… —¿Me hace andar pues y con este ca…

Mi vida se convierte en un tobogán… Tu vida se convierte en una empina… y en algún lugar nos encontramos. Se erizaron mis pelos saltando chi… Y el polo opuesto se atrajo, como…

El silbato del tren sonó anunciando su llegada. Yo, como otras veces, observaba desde aquella esquina de la verja que me servía de talismán de protección, podía mirar sin ser observ...

P «A» comienzos de mi vida «ante» la luz que me atravesaba, «bajo» un mundo en el que el unive… «cabe» en la palma de mis manos

Yo habito en tu mirada y pongo mis dedos en tus llagas, tu ni siquiera te retuerces, acostumbrado al dolor que te adorm… Acompaño con un sorbo de aguas pur…

Me daré tumbos por las paredes buscando tu voz aterciopelada, que en una habitación quedó encerr… donde mi intimidad te escuchaba at… Llegaba del trabajo para escuchart…