El anverso del verso colección de versos 4
El anverso del verso©2023 Alfonso J Paredes
Los besos tienen sonido propio, que reparan rencillas antiguas el sonido del beso restaña heridas Los besos tienen color de rosas perfumadas sin espinas
Tengo aquí en mi mesa, un cerebro, que he sacado de mi colección de cerebros. Los tengo de todas clases: grandes, rugosos, lisos, pequeños. Tengo el cerebro de Einstein, también el de M...
Si amar por amar y amar te amo no quisiera dejar de clamarlo al c… aunque sólo me queda el consuelo, de la voz que calla, que en silenc… Amar es como navegar con el viento…
Un horizonte del color del cobre v… va dejando sinuosas siluetas en su… transparentando los vestidos de se… Le acompaña su inseparable brisa e… que porta granos de arena amarillo…
Las esquinas de la calle huelen a… de las eyecciones inoportunas de l… los bares cierran sus puertas, al paso de mi amigo, que va de ent… El olor del paso de la comitiva a…
Mi patria es la calle profunda de… es la espuma de la ola coronando l… es el suelo por donde piso, y no t… Mi patria es la patria de la suert… es la patria del diptongo,
El otro día, «me corté yo misma el pelo» con un escarpelo, con precisión quirúrgica, me coloq… «un negro velo».
Los grandes asesinos de la historia tienen 3 fórmulas para actuar: 1. La compulsiva «el relámpago».– Actúan de forma compulsiva, así lo denominan los expertos. De esta forma los asesino...
¿Qué es la luna, sin el brillo de tu mirada, sin el influjo de las mareas? La Luna, sin poesía,
Melancolía, mis recuerdos sangran y mi alma se encierra en un castil… Un tobogán que sube y baja, bajo la mirada, pienso, añoro... en un torrente de ideas pasadas
Tumbado sobre los pinchos se han torcido en esas hierbas rompo los muebles antiguos y enarbolo inútil daga clavada en el corazón
Me daré tumbos por las paredes buscando tu voz aterciopelada, que en una habitación quedó encerr… donde mi intimidad te escuchaba at… Llegaba del trabajo para escuchart…
Qué impotente me quedo cuando de repente compruebo que existe realmente el amor, sigo haciendo planes, buscando mi parte
«Un 5 de febrero de 1624 los resto… de Vicente Espinel descansan en Madrid en la Parroquia de San An… ¡Ay traicionero febrero! triste se acuestan las décimas
Es el agua del mar la hermana cara… y la lágrima, su fulgor, su brillo… El llanto es el agua que se rompe… es el mar de marea alta y fuerte o… Desde que se peca, el hombre llora