#Argentinos #Mujeres #SigloXX #Suicidio
Te ando buscando, amor que nunca l… te ando buscando, amor que te mezq… me aguzo por saber si me adivinas, me doblo por saber si te me entreg… Las tempestades mías, andariegas,
Porque yo tengo el pecho blanco, d… inofensivo, debe ser que tantas flechas que andan vagando por el a… toman su dirección y allí se clava… Tú, la mano perversa que me hieres…
La vida tuya sangre mía abona y te amo a muerte, te amo; si pudi… bajo los cielos negros te comiera el corazón con dientes de leona. Antes de conocerte era ladrona
Buenos Aires es un hombre Que tiene grandes las piernas, Grandes los pies y las manos Y pequeña la cabeza. (Gigante que está sentado
Oh, primavera de las amapolas, tú que floreces para bien mi casa, luego que enjoyes las corolas, pasa. Beso, la forma más voraz del fuego…
Hice el libro así: Gimiendo, llorando, soñando, ay de… Mariposa triste, leona cruel, Di luces y sombra todo en una vez. Cuando fui leona nunca recordé
Esta noche al oído me has dicho do… Comunes. Dos palabras cansadas De ser dichas. Palabras Que de viejas son nuevas. Dos palabras tan dulces que la lun…
No tienes tú la culpa si en tus ma… mi amor se deshojó como una rosa: Vendrá la primavera y habrá flores… El tronco seco dará nuevas hojas. Las lágrimas vertidas se harán per…
Dientes de Flores, Cofia de Rocí… Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina… tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados.
Siete veces hicimos en media hora el mismo camino. Íbamos y volvíamos al lado de la verja de un jardín, como sonámbulos. Respirábamos la humedad nocturna y olorosa que subía de los cant...
Este jardín nos cede su delicia, nos cede el árbol de manzanas llen… fuente de dioses a la sed propicia… pan del instinto, para el hambre,… Mas blanco mármol sin igual pudici…
Hombre, yo quiero que mi mal compr… hombre, yo quiero que me des dulzu… hombre, yo marcho por tus mismas s… hijo de madre: entiende mi locura.…
Señor, Señor, hace ya tiempo, un… soñé un amor como jamás pudiera soñarlo nadie, algún amor que fuer… la vida toda, toda la poesía. Y pasaba el invierno y no venía,
Dónde estarás ahora? Eras tan dul… de los cabellos rubios y los ojos… Niño que a pesar mío fuiste mi pri… ¡Oh, mi pálido niño! Tan humilde era el beso que besaba…
Vamos hacia los árboles... el sueñ… Se hará en nosotros por virtud cel… Vamos hacia los árboles; la noche Nos será blanda, la tristeza leve. Vamos hacia los árboles, el alma