Encuentro de ensueño
Te vi en un sueño de oscura profecía
contemplabas el atardecer igual que yo
Eras tú, en esencia y vida.
En forma y flor, en mirada de mar.
Tu presencia me introdujo al cambio.
Una mudanza de piel y pasión.
Sólo supe de revoluciones, de nuevos Trazos,
de futuras caricias y de todos los pasados en los que has sido conmigo.
Quise saber de todo lo que te ha tocado,
de los besos que tenías que darme para convertirme en mí.
Te vi en un sueño,
puse mis ojos cerrados
hasta el plus ultra de los tuyos abiertos,
de tu cara abierta y de tus palmas.
Los puse en todo lo que no sabes que eres
En lo que no me dejas ver.
Tengo un génesis aquí en mi anhelo,
un punto de partida cuya trayectoria tienes que ser tú. Quiero que seas tú.
Siento el mundo llenarse desde tu pecho,
Oda a la fuerza que remienda tierras
Vivo el hervor del cielo cuando llegas
y ejerces tu efecto en todo lo que hay:
no hay objeto ni composición que quede intacta
ni rincón que exista vacío si tu voz anacrónica escapa
Todas las brújulas apuntan hacia ti,
se incrementa el cosmos si contemplas.
Te quiero más que al canto de las aves anónimas.
