Haiku 50
Enero 23/2020
Sus risas, llantos y carantoñas son inagotables. La dicha de tenerlas enriquecen mi vida.
En hoguera de melancolía hundo mis manos, y comienzo un intenso conjuro entre mi alma y yo.
Algún día padre, me darás tu mano. Y yo también,
Amanece y comienzo el nuevo dia con una sonrisa. Estoy sola, pero no me falta la ilusión. Tomo mi café humehante en mi taza favorita, muy despacio, disfrutando cada trago y mirando las ...
Si perdonamos, liberamos el alma y nuestro ser. Pero sólo, si lo hacemos de verdad.
—Dime q me quieres, que me extrañas. Dime que me necesitas... —Te quiero, te extraño,
La rana duerme, tranquilidad nerviosa. ¡Puede saltar!
¡En el silencio! siento el cálido arrullo de las palomas.
Marinero de aguas mansas y profund… tu vida corre como corriente fría, entre olas, cielo y mareas vagabun… que se hunden, vienen y van con fa… Marinero que bajo ese sol faenas,
Cae la tarde y me sorprendo contemplando el ocaso del día, cuando una brisa fría y húmeda me estremece.
¿Noche de estrellas, luciérnagas y luna? ¡Todas me alumbran!
¡Pasan los días! Lentos, implacables con esa letanía que se convierte
Amo a la brisa, quiero abrazarla siempre. Mis brazos sufren en el intento y caen desolados, vacíos...
Ese sonido de las pisadas sobre las hojas secas. Esconde una sensible melodía que encanta.
Es como lluvia que cayéndonos sobre la piel no moja. Es negra oscuridad rebozante de luz.