Amiga mía, desde la bella Atenas, siempre "cercana" Os envío estos versos y os digo: ¡mil gracias!

El dolor es inevitable, pero, ¿y el sufrimiento? ¿Debemos aprender a convivir con él?

El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.

¡Cuanta hermosura! río, árbol, viento, flor. Lluvia de abril.

Sus risas, llantos y carantoñas son inagotables. La dicha de tenerlas enriquecen mi vida.

En hoguera de melancolía hundo mis manos, y comienzo un intenso conjuro entre mi alma y yo.

No soy perfecta, la perfección no es vida. Es obsesión, y eso, ya es un defecto. ¡Errar para vivir!

¿Que es una nube? algo bello y fugaz que se va o muere. ¿Amor de madre? va en una dirección...

¡Abrázame! y calla. No hables, solo...

Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza

Abro mis ojos, miro el amanecer. Siento el aroma de la mañana y digo: ¡desperté!, soy feliz.

Esas niñas mías que tanto amé. Esa entrega incondicional y transparente,

Amanda baila como las bellas aves que baten alas. Su ritmo es como viento incansable y tenaz.

... Pero, me encanta oír cuando me llaman mamá, me enorgullece ver bailar a mi nieta, jugar con mis pequeñas y escucharlas decir “abuela”. Disfruto paseando a mi perro y anhelo en la p...

Cuando yo sea niebla, polvo, o simplemente “nada”