En su defensa respondió...
¿Sabes!?, La verdad no quiero ser yo quien te cambie, no soy quien para hacerlo. Yo solo he pedido una cosa de ti y solo es un amor sincero. No pido que me ames más que otro; y te confieso yo también tengo miedo de entregarte todo mi amor y de pronto todo acabé o termine siendo un sueño o algo pasajero. Las cosas que te digo como: “buenos días”, “cómo va tu día”, “te quiero ver ya”, no las hago por sorprender o enamorarte, lo hago porqué me nace saber cómo amaneció y cómo le va en el día al chico de mi vida. Por qué me gusta recordarle que en verdad lo amo y que me encantaría verlo. Y créeme que me baja de nota cuando de pronto estamos bien y al otro día me escribes así, como por no dejar.