Una flor voy a nombrar, pero no diré cuál es. Aunque todo lo malicien, esa flor no puede ser El romero no lo quiero,

Entré al clavel del amor cegada por sus colores, me ataron los resplandores de tan preferida flor; ufano de mi pasión

Tan demudado te hei visto que no me querís ni hablar, lo que me das a entender que me querís olvidar. Cuando llego y te saludo

En un carro de olvido, antes del aclarar, de una estación del tiempo, decidido a rodar, Run—Run se fue pa’l norte,

Estaba la mora, estaba, entre la paz y la guerra con su dos hijas queridas Blanca Flor y Filumena. El duque don Bernardino

¿Qué he sacado con la luna que los dos miramos juntos? ¿Qué he sacado con los nombres estampados en el muro? Como cambia el calendario,

Pa’ cantar de un improviso se requiere buen talento, memoria y entendimiento, fuerza de gallo castizo. Cual vendaval de granizos

Hasta cuándo, ingratonazo hasta cuándo matar quieres, ayer me dejaste herida con agujas y alfileres. No tengo la culpa, ingrato,

Volver a los diecisiete después de vivir un siglo es como descifrar signos sin ser sabio competente, volver a ser de repente

En la prisión de la ansiedad medita un astro en alta voz, gime y se agita como león como queriéndose escapar. ¿De dónde viene su corcel

Ya llegó tu medio amante que medio andaba perdido. Medio te viene a buscar porque medio te ha querido. Medio arrepentido vengo.

Yo también quiero casarme como todas las demás, pero varón a mi gusto yo no he podido encontrar. Mejor será, señores,

A verte vengo esta noche, por no venir de mañana, si quieres saber quien soy, abre tu puerta tirana. Abre tu puerta tirana,

Mi vida, yo te qui, yo te quise, v… mi vida, creyendó, creyéndose, lis… mi vida, se me par, se me parte el… mi vida del verte, del verte tan e… Mi vida yo te qui yo te quise yo t…