Todo niño es un artista,
nace con el sol en las manos,
pinta mundos sin fronteras,
sueña en colores sagrados.
No teme al lienzo en blanco,
ni a la forma equivocada,
sus trazos son mariposas
que vuelan sin ser juzgadas.
Pero el tiempo va llegando,
con su voz de piedra fría,
y apaga con reglas grises
la luz de su fantasía.
No dejes que el mundo mate
el arte que hay en tu ser,
pues el niño nunca muere
si lo dejas renacer.