En un tazón se encuentra el univer… dulzura y magia en perfecto compás… la nata fresca inicia el gran vers… cremoso manto de aroma y solaz. El coco rallado, copos de nieve,
Tu piel curtida brilla en la negru… músculos fuertes como la montaña. Forjas el oro que el suelo acompañ… con manos rudas, con voz de ternur… Cargas la mina con sangre y con fu…
Rojas estrellas, luz de diciembre, brillan tan bellas, fuego que siembre. Ramas serenas,
No es su aroma, ni el tacto de sus pétalos dormido… ni la sombra que proyecta bajo la tarde extinta. La rosa es otra cosa.
Con flechas y con enredos, Cupido juega travieso, lanza un dardo, yo tropiezo, y me atrapa en sus enredos. Si me escondo entre los credos,
En cada brisa viene tu fragancia, el eco tibio de tu voz callada, memoria dulce, herida no olvidada, que en mis pupilas vuelve en nosta… Las horas mueren, dolor que resum…
Hoy canta el día, Lucía, tu nombr… la brisa lleva en versos un eco de… la vida, en su susurro, tus años a… y el sol viste de oro la luz que e… Acosta eres en fuerza, en raíces q…
Suena el verso, canta el alma, es un universo que nos calma. Fina estrella,
Cuando el invierno abraza con su h… y el mundo entero viste blanca cal… mi madre alumbra el cielo de mi al… con un amor que nunca alza el vuel… Sus manos son refugio y terciopelo…
El viento no avanza, solo baila si… la prisa del hombre no doblega el… El agua no guarda rencor al que la… pero borra su rastro donde nadie l… La verdad es un filo que corta sin…
El viento cambia todo en su camino… deshace las verdades que abrazamos… los gestos y promesas que forjamos se quiebran en su soplo repentino. El valor, que aparenta ser divino,
Lo extraño no es caer, es quedarse suspendido, como ramas en invierno aferradas al vacío. Lo extraño no es callar,
Alumbra el sol su radiante esplend… Mientras sus ojos reflejan dulzura… Alegre camina dejando su amor, Llenando los días de luz y ternura… Inspira su risa un cálido afán,
Despierto, los ecos de la sombra se desvanece… y la aurora dibuja caminos inciert… El día irrumpe, con su prisa desmedida,
Quizá llueva mañana. Quizá el río crezca y borre los pasos que ayer se hundieron en la orilla. Quizá no regrese