Blanca es la nieve La estrella guía, en noche fría, cielo reluce. Amor traduce
El rio y su plegaria Va murmurando el arroyo una plegaria de espuma, y entre los cantos se esfuma el eco azul de su apoyo.
En la tibia penumbra de la cocina tus manos y las mías bailan una danza callada. El agua hierve su impaciencia, la cafetera tiembla de aroma
Tu piel, una claridad que no ciega, sólo invita. Se posa sobre mí como el sol tibio sobre el agua.
Nací yo para adorarte, Naciste tú para mí. Destino en versos de mármol, dictados en oro y rubí. Los astros fueron testigos,
Sean tardos para airarse, que la ira nunca llega sola; trae consigo palabras filosas, heridas que ni el tiempo borra. Sean tardos para airarse,
Nombre del alma: Jorge Mario Pedro Vargas Llosa Oficio eterno: Narrador del poder y la conciencia Tono del espíritu:
Por eso siempre seremos, un eco eterno en la penumbra, un susurro que atraviesa los tiemp… la llama que nunca se derrumba. Ni yo quise olvidarte,
Abusos en escalada: Madres solas con hijos nacidos en USA, han sido secuestradas en redadas migratorias al recoger a sus criaturas de las escuelas. Esto ha provocado miedo, caos y terro...
Rojas estrellas, luz de diciembre, brillan tan bellas, fuego que siembre. Ramas serenas,
Anhelo la luz de Cristo, como el amanecer anhela al día, como el río busca al mar, y el alma sedienta su alegría. Es una llama que no se apaga,
Cada nueva mujer es un deseo, no de piel ni de carne, sino de historia, de mundos posibl… de caminos que nunca recorrimos. Es un reflejo de lo que fuimos,
Las flores del banquete En el jardín de los sueños hay flores de mil sabores, dulces como los suspiros, crujientes como tambores.
En los pliegues del viento, duerme la tinta dormida, susurros de un tiempo ido que el alma nunca olvida. Las letras, aves sin nido,
Plantaré un bello jardín, que al mar hará parecer, donde el pájaro cante al alba y las estrellas al anochecer. En él alzaré un palacio,