Mujeres y mi madre
Mi mamá es un hada
Mi mamá no tiene alas,
pero vuela sin cesar,
con un beso y una nana
me hace al cielo viajar.
No usa varita brillante,
ni un vestido de tul,
pero inventa con su risa
mil burbujas de luz.
Si me caigo, con un soplo
cura todo mi dolor,
y convierte días grises
en colores de algodón.
Es un hada, no hay dudas,
aunque no lo quiera aceptar,
pues su magia es invisible...
¡pero se puede abrazar!
La abuela pirata
Mi abuela es pirata,
¡te juro que sí!
Navega su casa
con mucho brío.
Remueve la sopa
como un capitán,
con gafas doradas
y un loro detrás.
En vez de bandana
usa delantal,
y en vez de un tesoro,
da amor sin igual.
Por eso en su barco
yo quiero viajar,
con cuentos, abrazos
y un beso final.
Mamá tiene un mapa
Mamá tiene un mapa
guardado en la piel,
uno que me guía
si no sé qué hacer.
Lo miro en sus manos,
también en su voz,
lo sigo en sus ojos
que brillan con sol.
Me lleva a la calma,
me ayuda a crecer,
y aunque no lo vea,
lo puedo leer.
Porque en cada abrazo
me dice sin hablar:
“Por más que te alejes,
siempre sabrás regresar”.
Las mujeres del mundo
Hay mujeres fuertes,
hay mujeres suaves,
unas son estrellas,
otras son flamantes.
Unas son maestras,
otras son doctoras,
algunas viajeras,
otras soñadoras.
Pero todas llevan
dentro el corazón,
que late y que canta
su misma canción.
Porque son mujeres
hechas de amor,
y al mundo regalan
su luz y su sol.
Una serie de poemas infantiles dedicados a la mujer y a la madre, con ternura, humor y fantasía, al estilo de María Elena Walsh.
