Cargando...
Emiliano A. Castillo

El Romance de Valentina2

 
 
Bajo el sol de media tarde,
en la plaza de Sevilla,
la torera Valentina
se enfrentó con sangre altiva.
 
En sus manos, el capote,
como llama que fulgía,
dibujaba en el espacio
los arcos de su poesía.
 
El toro, negro y soberbio,
desafió su valentía,
pero el temple de sus pasos
era danza que vencía.
 
Con mirada firme y clara,
y su talle que ceñía,
Valentina, en un suspiro,
lo toreó con maestría.
 
El ruedo fue su escenario,
la arena, su melodía,
y el estoque, su palabra
que en silencio lo decía.
 
Entre olés de mil gargantas
y un aplauso que rugía,
el toro cayó sereno
en el fin de su agonía.
 
Valentina, la leyenda,
vive aún en la memoria,
pues su arte no fue lucha,
fue un compendio de la gloria.
 
Bajo el cielo andaluz brilla
su figura bendecida,
porque un alma como la suya
no se pierde en la deriva.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Emiliano A. Castillo...



Arriba