La Cruz tan roja sobre un fondo blanco,
son manos llenas de misericordia,
de aquel que sufre y necesita tanto,
de aquel doliente del que está en la Gloria.
Les cura el corazón y las heridas,
por la justicia siempre y por nobleza,
por una vida digna y ya sin prisas,
por humanismo y libertad sin grieta.
Para que no arda el fuego de la guerra,
por la unidad y un mundo sin violencia,
por las vidas llevadas a la quema.
Será por esa compasión que tengas,
tu pan, tu abrigo, por tu ayuda llena,
la Cruz es roja en tus manos queda.