Tobias Granado

Inútil (lo que resuena)

Puedo asegurar que si hubiese estado solo hubiera llorado como un pequeño chico.
Mirá. Yo volvía de un torneo de intercolegiales, los detalles mucho no importan, la cuestión es que mi escuela perdió y aun así nos quedamos alentando para una con la cual no tenemos ni relación. Tocaron los bombos y gritamos hasta quedarnos afónicos. Terminó ganando a quien le tiramos la buena onda. Celebraron y finalizó el evento, pero me sentí tan mal en cierto momento, cuando algunos chicos fueron a abrazar a sus viejos. Presencié como al menos una lágrima le cayó del rostro a un chico y tenía una felicidad que me daban ganas de ponerme feliz a su vez. Entonces me quedé estático pensando, en un lugar que desconozco dónde todo el ruido que pudiera haber no existía más y no había otro ser que no fuera yo.
Una sucesión de preguntas y pensamientos. ¿Si hubiera tenido algún éxito deportivo (aunque fuera el más mínimo) hubiera recibido lo mismo? ¿Si hubiera tenido algún éxito en mi vida, hubiera recibido lo mismo? ¿Qué tanto hubiera tenido que hacer para haber recibido lo mismo? Y ahí empecé a divagar y a unir ramas, me cuestioné (y bastante) por qué hablaba tanto en pasado si todavía mi vida no terminó ni la de nadie (boberas seguro), de ahí pensé que el que me haya llamado inútil cambió tanto en mi vida que lo relaciono en cualquier ámbito. (me duele el pecho)
Entonces me puse a pensar en qué podría tener éxito: en eso se quedó, no concluí nada. Hasta en lo que me apasiono resulto siendo un glorioso inútil, y entonces me derrumbé devuelta. Si, devuelta, algo frecuente en mi vida pero no en este momento.
Llegué a casa acompañado, intimé y mientras estábamos desnudos miré al techo y me dolió la cabeza. Se me escaparon dos lágrimas y las tengo contadas. Es una obsesión no poder soltar más que un par. No quiero pensar más, conforme escribo comprendo la nada, y probablemente la nada sea eso, que hable en pasado. Y me cuesta respirar, se entrecorta y se acelera. Para, me acuerdo de respirar con normalidad, lo hago. Me desespero devuelta, es un ciclo. Probablemente necesite ayuda, es cierto. Pero soy muy cagón (o muy hombre) para enseñarle esto a un cercano. Entiendo que es difícil que lo encuentren acá ya que no hay un alma que me entone. Tengo la mente mermada. Tic tac.

Otras obras de Tobias Granado...



Arriba