Carta #36
De Tatiana Aranda para
D. S. P. R.
Ayer, te amé, lo juro.
En este basto mundo de posibilidades te amé a ti. Y perdido en el recuerdo,
Por un instante fuiste el alma que arrebató el llanto que de niña di a mi madre por traerme a este manicomio que llamamos vida.
Y ahora que te vas, tengo miedo de llorar otra vez y tantas veces, inconsoladamente.
Ahora bien, ahora, ese lugar incierto que no me pertenece ha creado un Alma, cargada y dispuesta a dispararse.
¿Mañana?