Samael:
Quiero soñar contigo, hasta que tu llanto se anide en mi pecho y tu voz grite mi nombre sin rencor alguno. Quiero acunar tu cuerpo y devolverle a la caricia su poder de abrazo. Quiero darle vida al latido inerte y encontrar una pausa en el tiempo, para curar en él mientras pone todo en su debido puesto.
Samael:
He aquí un cuerpo triste.
26 de abril del 2018