Poemario: Saltar al vacío
Segunda etapa
Lo irreversible, lo irreparable, no hay vuelta atrás, tantas veces que en definitiva no hay vuelta atrás, ¡tantas!, no hay reversa, pisé el acelerador y el automovil no se volvió a detener, te llevaste todo, postes, señales de transito, personas, barrancos y no pudiste volver a acomodar nada, nada de nuevo en su lugar, me miré al espejo y solo quise que ya no hubiera marcha atrás, no quise volver a mirar nunca más atrás, no recoger nada por mi propia decisión, romper los frenos como accidente inducido, en realidad nada es un accidente, tal vez solo planeas los fallos exactos.
Me quise volver girasol, sembrarme como relación intima con la tierra, un entierro de mis cabellos convertido en girasol, encendí el botón irreversible de la maquina y pode mis bosques deforestados, víctimas de un próximo incendio si no los cortaba pronto, cayeron las ramas, apague incendios con mi llanto y de repente yo era otra, este lugar ere otro, y... ¿quién es usted?, como plato principal del día a mi misma, como abriendo una conversación sin respuesta.
¡La resignación!, me dije, ya nada volverá, ya no regresaras, ¡la resignación!, el grito no se silencio, ¡la resignación!, el puñal ya entró, ¡la resignación!, hay un crimen, víctima y victimario, ¡la resignación, 30cm de cesped podados, no crece, es que no crece, es que no quiero que crezca, ¡la resignación!, ese mensaje ya se envió, ¡la resignación, esa botella ya se terminó, ¡la resignación!, esa mujer ya se desnudo, ¡la resignación!, minutos sin la posibilidad de ir atrás, relojes ignorando el lado izquierdo, pateé el mundo pero no se detuvo, no se desacomodo, solo siguió, ¡la resignación!, todo absolutamente todo, solo siguió.