Que fácil olvidamos
lo que un día creímos
lo que un día vivimos.
Que fácil olvidamos
las palabras que oímos
las promesas que hicimos.
Que fácil que olvidamos
la frescura y la sorpresa
los detalles, las sonrisas
el pan partido y su mesa
Que fácil que olvidamos
que semejó una familia
en lo central; en esencia
en infaltable presencia.
Que fácil olvidamos
pues es fácil olvidar.
Con sacrificio nos damos
o cuan esforzados amamos
y es casi imposible, no amar
Sergio Soto