De «Leyes mudas de la mano alzada»
Quienes me ven en la calle no sabe… Aún no es hora de encerrarme.
Además una cosa: El poeta está ahí Para que el árbol no crezca torcid… Nicanor Parra Los malos poetas
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
Colombia es el poema más difícil q… Trozo lagrimoso de trópico soñando… Montañas prodigiosas perdiendo la… Ríos antiguos de sangre nueva. Todos los verdes posibles.
lo bueno de que toda la industria… esté más encochinada que la de las… la farmacéutica, aunque la otra ta… es que si usted, hombre de corta e… recibe el balón y está inspirado p…
les tengo una invitación muéranse los espero con la parilla encendid… y con cerveza fría
seguir reglas pero si están
no me tiren tanta pregunta
al innumerable grupo de enfermedad… hoy no felicitaremos porque no hab… ni tiempo suficiente si se le toma… por ejemplo, y perdonen lo aleator… podríamos felicitar al síndrome de…
—¿Quién es usted? —Eso debería saberlo usted.
Oigo a los pájaros cantar, dejo de escribir el poema…
No importa el lado de la puerta que nos vea. El afuera siempre está adentro.
Para que el mundo siga girando me detengo de tanto en tanto a observar lo que está quieto e imaginar que sigue moviéndose. Muevo el mundo en mi mente
Cuando borro sonrío. Dios sonríe cuando crea vacío, aunque nadie lo haya visto.