De «Un (casi) poema (malo) al día»
fui niño y lo supe
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
Vino la luz a buscarme y se fue sin despedirse. Se equivocó de espejo, tal vez, o no la pude
Somos tan pequeños que ni sabemos… Somos tan pequeños que la mayoría… desconoce nuestra existencia, nues… Y somos tan pequeños que si desapa… casi nada en el universo lo llegar…
Descubrieron un planeta similar a… Pobre, no sabe lo que le espera.
La noche en altas dosis envenena.
seguir reglas pero si están
Adivinaciones vetustas renaciendo… Genios científicos estudiados por… Grandes pasos para la humanidad má… Primer nuevo paso del big bang otr… Consecuencias de la quietud del mu…
señor pasajero, si su avión no se… se lo debe a santa bona de pisa aunque en los aeropuertos no se ha… y los que aterrizan regresen al at…
Dios existe lo acabo de inventar.
Lo que perdura una vida, es un dilatado segundo. Vemos cuan inútil resulta invertir en contarlo, tocarlo, cuando estamos pisando
Desperté con la mitad de los ojos.…
un diccionario lo define, es decir… «trasladarse desde el lugar en que… dicho esto, querido y desconocido… lo dejo en su íntima migración hac… mientras termina de leer estas pal…
luego de siglos haciendo versos
Tibio lecho, de dispares usos, cuéntale, al oído, de tus amantes anteriores, de los que, como él, dejaron sus sudares en tus tejidos… y partieron, a otro camastro,