De «Leyes mudas de la mano alzada»
—¿Jefe, me da permiso para ir al e… —Ahora no se puede, la producción… —Disculpe jefe. Gracias. Permiso.…
No tengo dónde anidar el mundo es cada vez más plano.
—¿Qué haces? —Intento arreglar algo que rompí —¿Juntaste los pedazos? —No. —Entonces aún no necesita arreglo.
Me da lástima tu sangre cuando cor… sin ritmo ni prosa hacia cualquier… Me doy golpes de pecho por no pone… vieja y desportillada para que no… La otra noche tu muerte me importo…
No importa el lado de la puerta que nos vea. El afuera siempre está adentro.
La poesía es como los relojes: funcionan todos igual, pero diferente. Como el pan antes de serlo,
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable:
Vino la luz a buscarme y se fue sin despedirse. Se equivocó de espejo, tal vez, o no la pude
el respeto al complejo ajeno
Fui un poeta. Seré un poeta. Para mí conjugar es lo más parecid… soy un poeta.
Alguien me dice que tiene una teor… Consiste en que todo lo que se nos… Simple. Cruda. Inteligente. Quien pagó esas palabras invirtió bien su dinero en mí.
En algún lugar sin nombre, sin mapa, estoy esperándome. El lugar es adentro de mí y cada vez se aleja más de donde e…
Una bestia de siete cabezas me habita y, como es natural, cada cabeza tiene su propia dieta. La que más vigilo
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
Por fin lo descubrí: el mundo es una ruleta rusa, y nosotros la bala.