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Te tuve en mi mente Te vi en mis sueños Estuviste presente Como perro y su dueño Quiero dejarte
Todos van a tu merced nada tiene sentido repartiendo estupidez no siento haberme ido. No me siento demente
Me perdí, buscándote en mis versos. Y te perdiste, en tus melódicas retahílas. Esas que siempre entonabas,
Yo te miro, desde la lejanía. Atino el tiro, sin saber la melodía. Me das la espalda,
Es la incapacidad lo que me desespera, el no poder, la posibilidad de seguir en tu lista de espera. me asfixia el conocimiento,
Necesito saber por qué estoy aquí. Me necesito mover pero no quiero ir hacia allí. Todo es tétrico
Sabes que siempre te he querido y siempre lo haré. Ven aquí conmigo, sé mi cliché.
Tengo frío. Frío de todo esto, de esta situación, de saber lo que pasará. Congelada,
Somos velas, encendidas con llama flameante. Cada vida, una vela.
Brillante y luminosa la mañana se alza, y trae consigo bellezas inexpugnables. Tesoros cotidianos
¿Y esperas que sea luz, cuando todo me atormenta? Yo solo sobrevivo, y sé que a veces cuesta. Pero es inhumano el pensar
Puede ser que esa niña repose tras mi ser y aun así ose salir corriendo,
Cuando el Sol se repliega y la noche despunta, el crepúsculo aparece, y no demora. Cuando el Sol se repliega,
Avanzo hacia lo inseguro, lo incierto. Siento el agua recorriendo mis pies descalzos. La luz hace lustros que no rebota
Dirán que tus ojos son como el mar… aunque yo veo un manto neblinoso. Mientras que uno es digno de admir… al otro es precioso. En el primero te puedes ahogar,