Me despojo de mis prendas,
ya no sirven
para cubrir todas mis metas,
ahora solo me oprimen.
Prefiero descalzarme
y clavarme todas las piedras
que en mi camino pueda encontrarme.
Prefiero sentir la hiedra, recorrerme los pies.
No soporto estos pantalones
que me aprietan.
Los arranco a trompicones.
Mis piernas ya no se agrietan.
Me despojo de la camiseta
no necesito llevarla.
Ahora ya no pesa
sobre mi alma.
Por último desato mi pelo.
No volveré a encerrarme jamás
corto el coletero
no lo necesitaré más.