Como tronco en montaña venido al s… Frente grandiosa y limpia, soberbi… Negras y unidas cejas, con la figu… del trazo curvo y fino que marca e… De un pájaro en un croquis que apu…

Insensibles a fiestas y grimas y con alas de luz de centellas, pero esquivos a cautas doncellas, difundíos por gentes y climas. No sois gemas inmunes a limas

El misterio nocturno era divino. Eudora estaba como nunca bella, y tenía en los ojos la centella, la luz de un gozo conquistado al v… De alto balcón apostrofóme a tino;

Ya fuiste bendecido y coronado, esplendorosamente consagrado en medio de una pompa sin igual; óyeme, pues, escucha los consejos de quien fue sin tu venia a los fe…

Sabedlo, soberanos y vasallos, próceres y mendigos: nadie tendrá derecho a lo superflu… mientras alguien carezca de lo est… Lo que llamamos caridad y ahora

Mi corazón percibe, sueña y presum… Y como envuelta en oro tejido en g… la tristeza de Verdi suspira y pas… en la cadencia fina como un perfum… Y frío de alta zona hiela y entume…

Crin que al aire te vuela, rizada… parece a mis ahogos humo en fogata… y del harpa desprendes la serenata divinamente triste, como la luna. Y del celo ardoroso despides una

¡Ah! ¿Qué mucho que al Sol que su… se plagiara en divino esplendor alma en quieto remanso la mía, por abril, entre ramos en flor? No cayera por brusca pendiente,

Se que la humana fibra a la emoción se libra, pero que menos vibra al goce que al dolor. Y en arte no me ofusco;

Semejas esculpida en el más fino hielo de cumbre sonrojado al beso del Sol, y tienes ánimo travieso, y eres embriagadora como el vino. Y mientras: no imitaste al peregri…

A tres leguas de un puerto bullent… que a desbordes y grescas anima, y al que a un tiempo la gloria y e… adornan de palmas la frente, hay un agrio breñal, y en la cima

La joven madre perdió a su hijo, se ha vuelto loca y está en su lec… Eleva un brazo, descubre un pecho, suma las líneas de un enredijo. El dedo en alto y el ojo fijo,

¡Qué radiosa es tu faz blanca y tr… bajo el dosel de tu melena blonda! ¡Qué abismo tan profundo tu pupila… pérfida y azulada como la onda! El fulgor soñoliento que destella

Llego entre dos esbirros, que no d… de que a un monstruo feroz guardan… Gritos desgarradores me saludan y brazos epilépticos me aprietan. Suspenso en el umbral callo y vaci…

Es un monstruo que me turba. Ojo… como el vidrio de una rada con hon… amenaza los bajeles con las unas d… La nariz resulta grácil y asemejas… La guedeja blonda y cruda y sujeta…