Pedí dos camas con ventanas al mar… mejor que salgas sola del ascensor… conozco un chino cerca para cenar, inventa un nombre falso y déjalo e… le he dicho al camarero que nos su…

No somos siempre nosotros el bueno… no tienen otros la culpa de todo, la redención mata más que el venen… perfil de plata, borceguí de lodo. Neuras y gritos y coches y aromas,

Ni yo bordo pañuelos, ni tú rompes contratos, ni yo mato por celos, ni tú mueres por mí y antes de que me quieras

Vine a Praga a romper esta canció… por motivos que no voy a explicart… a orillas del Moldava las olas me empujaban a dejarte por darte la razón.

Rocío de mi barba cenicienta, dulcinea del oso y el madroño, corchea que me canta las cuarenta, sultana de maguey, jersey de otoño… Abono de las plantas de mis labios…

Maldito sea el duende que no tengo… el hiato que encontró san Cucufato… la orgía que agoniza cuando vengo, la letra pequeñita del contrato, los australopitecus arrogantes,

Las doce marcaba el reloj de la sa… rendido de sueño la luz apague cuando oí una fuerte voz que me ll… y aparecióseme Lucifer. “No tiembre de miedo —me advirtió—…

Todo empezó cuando aquella serpien… me trajo una manzana y dijo prueba… Yo me llamaba Adán, seguramente tú te llamabas Eva. Vivíamos de scuoters en un piso

Acuérdate de mí cuando me olvides, que allí donde no estés iré a busc… siguiendo el rastro que en el ciel… las nubes que van a ninguna parte. Acuérdate de mí en tus plegarias

Benditos sean los expresidiarios que no ultrajan ni rajan ni dan co… las secretarias de los secretarios… los lobos que saben ser feroces, la caquita del niño con flemones,

Como fumo demasiado mi voz se empieza a quebrar, sueno tan desafinado: si—do—re—mi—fa—sol—la, Vivo del cáncer a un paso

El primero de enero, tararí, será tan gris como un jueves cualq… sin Drácula escalando el Pirulí, ni marcianos cruzando la frontera. Más de lo mismo bajo el cielo añil…

Setenta veces siete lo intenté, si… para siempre es porque no puedo má… no tengo nada que perder sólo el miedo a la soledad. Me temo que esta vez es el fin,

Del imperio austro-húngaro, estreñ… por falta de sonrisas verticales, a Tombuctú, provincia del olvido, partió don Luis, en bici de pedale… Pero, si el arcabuz de cierta estr…