Me besaron otros labios.
Hay un tinte distinto en mi piel,
no es extraño, ni lo siento ajeno,
aunque hacía tiempo que no
lo vivía, que no lo sentía.
Me han besado otros labios,
se atrevieron a entrar en mi cuerpo
otras manos, aunque me sentía confusa
me gustaba lo que estaba pasando.
El sol, alumbró de distinta manera
el cielo, se vistió de fiesta,
los prados de verde primavera...
No, no estaba soñando
era real, alguien distinto
me estaba tocando.
No era navidad, ni mi cumpleaños,
pero algo hermoso me estaban regalando.
Y lo degustaba, y lo disfrutaba,
algo nuevo y sabroso,
mi paladar gustaba,
y como un caramelo dulce y jugoso,
yo lo masticaba.
Mi mente en ocasiones se nublaba,
pero al sentir esas suaves manos,
ese rostro de porcelana,
y consiente de lo que sentía,
me unía a esa nueva experiencia,
y dejaba a un lado la cobardía.
Me besaron otros labios.
Me regalaron una experiencia maravillosa,
la que siempre había soñado.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
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