Ámame, ahora que soy libre.
Te abro la puerta de
mis instintos para que pases,
pues ya no tengo prejuicios,
me liberé de las cadenas
que me ataban, y mis manos
pueden recorrerte libres,
sin que nadie se interponga.
Te abro mi corazón, para
que la miel de tus palabras
fluya dentro, para que recorras
mi interior, así como
lo harás por fuera.
Estoy dispuesta para ti,
vestida de infinita pasión
desnuda yo y mi alma,
tranquila mi frente, relajada
mi piel para ser surcada.
¡Mírame! ya no tengo pretextos
para no aceptar lo que
me estás ofreciendo,
sumérgete en mi sangre
que está hirviendo. Entrégate
del todo, que no exista
mezquindad en tus besos,
rezaguemos al silencio,
que fluyan las palabras,
para calentar mi pecho.
Permiteme disfrutar, de
lo que es ser libre, pero
apresada en tu cuerpo.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile