Están cantando adentro; hay cantares ahora en esta casa. Entonces, fue verdad. Tengo la ll… pero toco en la puerta como cuando era el nadie que llega…

Desde su nudo a ciegas, desde su ramazón violeta, suena encogida en su hervor la sola fuente del conjuro que te llama. Tú, palabra antigua, bajo el lirio

No es en mi año. Alguien te tiene… no es en mi daño. Y sin embargo me daña en la duda lo que fuiste; y así me acostumbro, y lo soporto, y hasta parece que me place.

Sólo temblor ardiente, encandiland… hasta el hueso orbital de la mirad… llamarada de pronto, las paredes fueron que me guardaban; y en el a… sólo espiga de pájaros mi torre.

Si nace de tus manos y es oscura la angustia de sentirme atardecido… si sueño, si por ti me es concedid… hacer eterna y fácil mi amargura; Si es evidente mi dolor y es dura

Ábrese el fuego, y salta la burbuj… metálica de un pez; barre los ojos una flor instantánea; doble salto mortal, ensaya el corazón. Amigos, algo mejor gocemos que un lamento.

Son olor de lluvia tus cabellos. Nocturna memoria del estío. Y el umbral ansioso de la casa se alegra en tus zapatos rojos, tu meso de musgos claros goza.

—Piel, cabello, ternura, olor, pal… mi amor te va tocando. Voy descubriendo a diario, convenc… de que estás junto a mí, de que es… y cierto; que no eres,

Cabello al aire, del que surge un… de flor; sierpe rampante, cabeza de culebra ante el espejo; maternales ramas de la vida que despierta, entre ruinas, el mo…

Haz que yo pueda ser, amor, la esc… en que sus pies se apoyan, el torr… de luz para su sed, o, suavemente, el cauce en que su vida se resbala… Sólo soy un espejo para el ala

Área sonante, ovario de la noche carnal; abrevadero insistente y monótono en la arena del oído terrestre. Y tocar, hacia dentro, el oleaje

Algo se me ha quebrado esta mañana de andar, de cara en cara, pregunt… por el que vive dentro. Y habla y se queja y se me tuerce hasta la lengua del zapato,

Ha llegado el olor, el filo de su dental caricia; la preciosa amarga flor nocturna: madre nuestr… collar que junta nuestros cuellos. Y voy corno embriagado, como en di…

Te abraza la lluvia en su descenso de resbalantes lenguas párvulas; descifras su caída al sesgo; sus tocamientos multiplicas en ti; los amparas, te conocen:

Ningún otro cuerpo como el tuyo vino a salir sobre la tierra, porque él es tú. Domingo diario, simposio y lecho y mesa puesta para los sentidos no platónicos.