¿Qué llenará mis ojos, al abrirlos desde el fondo del miedo; de qué t… boca salió la lengua que me lame? ¿Y habré de ver, si vuelvo la cabe… de prisa, quién respira a mis espa…

Por encima de todo, simple y fuert… tu vocación para la desventura. La esperanza y la celda de amargur… y tu sueño incapaz de contenerte. Ciega sin lumbre miras, de tal sue…

Ábrese el fuego, y salta la burbuj… metálica de un pez; barre los ojos una flor instantánea; doble salto mortal, ensaya el corazón. Amigos, algo mejor gocemos que un lamento.

Como rumor de muchedumbre, o ruido de torrentes huyendo, se construye… sobre el silencio del durmiente, el silencio de afuera: el que leva… los dispuestos en cerco, los que m…

A tu puerta llamé. No estabas. Aspas de viaje te arrancaron. ¿Quién volverá cuando regreses? Viento sin recuerdos, en la noche se envuelve de inútiles presagios.

Hoy, porque no quiero entristecert… no has de llevarme a donde quieras… en marchita cuna está meciendo a tu ajeno corazón el alma. Bajo el tiempo enraízan los pesare…

Algo se me ha quebrado esta mañana de andar, de cara en cara, pregunt… por el que vive dentro. Y habla y se queja y se me tuerce hasta la lengua del zapato,

Suelta su vago humor de vidrio contrito, mi alma; desde el fondo, un burbujear de fango encrespa; y el águila insomne que empollaba en mí las brasas del valiente,

Yo seguiré cantando. Tú habrás mu… Habré yo muerto y seguiré cantando… Ha de sonar mi voz de vida, cuando la muerte en celo me haya descubie… Como surgidas del sepulcro abierto…

Amiga a la que amo: no envejezcas. Que se detenga el tiempo sin tocar… que no te quite el manto de la perfecta juventud. Inmóvil junto a tu cuerpo de muchacha dulc…

No es en mi año. Alguien te tiene… no es en mi daño. Y sin embargo me daña en la duda lo que fuiste; y así me acostumbro, y lo soporto, y hasta parece que me place.

Están cantando adentro; hay cantares ahora en esta casa. Entonces, fue verdad. Tengo la ll… pero toco en la puerta como cuando era el nadie que llega…

Alguna vez te alcanzará el sonido de mi apagado nombre, y nuevamente algo en tu ser me sentirá presente… más no tu corazón; sólo tu oído. Una pausa en la música sin ruido

En el vértigo del pozo angélico gira y echa flor en los desiertos de la sal, y les procura puertas y pájaros cálidos y frutos. Nueva, la carne se acrisola

Área sonante, ovario de la noche carnal; abrevadero insistente y monótono en la arena del oído terrestre. Y tocar, hacia dentro, el oleaje