Era un viaje extraño, mis pupilas dilatadas observaban cada gota: de sangre y de agua. Y caminé por dentro,
No era la inteligencia callada ni la temperatura de tus manos no recuerdo ninguna palabra no fue tu nostalgia, ni tu gato (olvidado en algún ropero)
De la piedra, no saldrá el sonido… ni de los bosques, un suspiro. Es necesario despertar a medio sue… y observar la necesidad del fuego, para ser luz o cenizas.
Los árboles, parecen muertos sin voz, ni tiempo ni calma. se mueven al compás del viento, son las tumbas de los pájaros sus ramas vacías, dibujan verdes
Abrazo los árboles amputados para reescribir tu nombre en un bosque simulado de verde, piso la hojarasca salvaje encuentro un beso despidiéndose
No hay una solución: el que ama, pierde no hay forma de evitarlo, de seguir intacto... La parte racional
Resérvame un instante enlazado a tus piernas maduras, callemos el vacío de tu casa observaremos la mañana tan desnuda de soledad..
El solemne vuelo del que huye el s… la realidad tallada de pasado, de… y esparcir la noche en la nada, si… allí, donde se origina lo que no t… María Cayo.
Mi amante secreto, que desde ese o…
Los enamorados tienen claros propó… analizar la aurora, identificar el… y el canto de los rosales medio ma… Unen su incapacidad de sentir el f… a pesar de que la muerte los cite…
Pregunto a tu cuerpo, la palabra insinuante, y busco con la lengua el sinónimo preciso que extraiga los a b c
No importa que no sea nada para ti, para esta gripe, soy una celebridad. El puerto de sus angustias, su habitación amada, la inspiración. En cada estornudo, me voy olvidando de tus ojos...
Tengo un poco de soledad, que Dios viste de horizonte, y adormece con milagros, el espíritu preciso, del poema. María Cayo.
Siempre sospeché que tu beso era incierto, que detrás de tus palabras húmedas y en movimiento, sólo existía la nada. Una noche, tus ojos parecían alimentarse de los rayos de luna que ca...
No moriré tanto, para secar los ca… se han de madurar los frutos de m… y caerán de tus ojos, las horas no… y quedaremos ciegos, de tanta dist… Necesito sentir el néctar de tu a…