El trigo está germinando, bajo la noche dormida luceros están brillando igual que abiertas pupilas; los capullos entreabren

Yo limosnera de amor fui un día de corazón en corazón llamé pero nadie mi pena comprendía de una limosna de cariño hallé Llamé a tu corazón con yerta mano

Del pecado de amarte no estoy arre… aunque un oscuro abismo nos separe… en tanto que risueña te doy mi des… mis ojos se iluminan para decirte… No nos debemos nada. Tú me diste…

Yo sé que volverás. Yo sé que un… suspirarán unidas nuestras bocas y otra vez en la noche quieta y fr… se juntarán nuestras cabezas locas… Sé que en tus horas de nostalgia e…

Cuando tú te hayas ido me envolver… Cuando tú te hayas ido con mi dolo… evocaré este idilio con sus azules… Cuando tú te hayas ido me envolver… Y en la penumbra vaga de la pequeñ…

Novia del sol y de la noche herman… trasunto de mi raza aventurera, aún llevo en mis pupilas prisioner… la luz de una visión dulce y lejan… Guarda mi mansedumbre de cristiana…

Fuimos igual que dos aves cantando… durmiendo en el mismo nido que nue… mas ahora siento el impulso de abr… y te abandono y me voy. El horizonte despliega su luminoso…

Tengo celos ¿no sabes? Tengo celo… de todas las mujeres que has amado… de las bocas en flor, donde has sa… la locura de todos los anhelos. En mis lúgubres noches de desvelos…

¡Del pecado de amarte no estoy arr… Aunque un oscuro abismo nos separe… en tanto que risueña te doy mi des… mis ojos se iluminan para decirte… No nos debemos nada. Tú me diste…

Yo nací en una blanca ciudad dormi… bajo el ala piadosa de sus aleros, donde en grandes arriates lucen te… su alfombra de blancura los limone… Manchando el horizonte giran inqui…

Yo prolongo la espera por el place… de azuzar los lebreles locos de tu… Tal vez porque en mi alma surge un… el temor al minuto de total incons… Por eso, alargo el tiempo. Mi son…

Me vestí de negro cuando te marcha… me vestí de negro... y en torno a mis ojos oscuros y gr… se formó un gran cerco. Me vestí de negro. Mi traje rosad…

¡Qué egoísta es tu alma, qué egoís… Nunca, nunca ha sentido la emoción… ni ha escrutado siquiera mis pupil… te ha bastado el orgullo de llamar… y jamás intentaste penetrar de mi…

El amor que te tengo es sacrosanto y ese amor es sublime y verdadero y por siempre jamás es duradero porque es amor angelical y santo Apartarlo de mí nunca podría

Bajo la noche queda, como un rumor de seda, tu dulce voz prendióse en mis oído… Y de pronto, impetuosos, cual lebreles furiosos,