#EscritoresEspañoles (1884) En Sar del las orillas
Cuido una planta bella que ama y busca la sombra, como la busca un alma huérfana, triste, enamorada y sola… y allí donde jamás la luz del día
Muda la luna y como siempre pálida… mientras recorre la azulada esfera seguida de su séquito de nubes y de estrellas, rencorosa despierta en mi memoria
Triste loco de atar el que ama men… le llama al que ama más; y terco impenitente, al que no olv… el que puede olvidar. Del rico el pobre en su interior m…
Creyó que era eterno tu reino en e… y creyó tu esencia, esencia inmort… mas, si sólo eres nube que pasa, ilusiones que vienen y van, rumores del onda que rueda y que m…
De repente los ecos divinos que en el tiempo se apagaron, desde lejos de nuevo llamáronle con el poderoso encanto que del fondo del sepulcro
Si al festín de los dioses llegas… ya del néctar celeste que rebosó en las ánforas divinas sólo, alma triste, encontrarás las… Mas aun así de su amargor dulcísim…
Era apacible el día Y templado el ambiente, Y llovía, llovía Callada y mansamente; Y mientras silenciosa
Fue cielo de su espíritu, fue sueñ… y vida de su vida, y aliento de su… y fue, desde que rota cayó la vend… algo que mata el alma y que envile… De la vida en la lucha perenne y f…
En incesante encarnizada lucha, en pugilato eterno, unos tras otros al palenque vienen para luchar, seguidos del estruend… de los aplausos prodigados siempre
Ya que de la esperanza, para la vi… triste y descolorido ha llegado el… a mi morada oscura, desmantelada y… tornemos paso a paso, porque con su alegría no aumente m…
Los que a través de sus lágrimas, sin esfuerzo ni violencia, abren paso en el alma afligida al nuevo placer que llega; los que tras de las fatigas
De la torpe ignorancia que confund… lo mezquino y lo inmenso; de la dura injusticia del más alto… de la saña mortal de los pequeños, ¡no es posible que huyáis! cuando…
Allá en tiempos que fueron, y el a… han llenado de santos recuerdos, de mi tierra en los campos hermoso… la riqueza del pobre era el fuego, que al brillar de la choza en el f…
¡No! No ha nacido para amar, sin… ni tampoco ha nacido para odiar, ya que el amor y el odio han lasti… su corazón de una manera igual. Como la dura roca
¡Oh tierra, antes y ahora, siempre… Viendo cuán triste brilla nuestra… del Sar cabe la orilla, al acabarme, siento la sed devorad… y jamás apagada que ahoga el senti…