Para los póstumos papeles el señor… diserta de pie sobre el sillón de… entre aplaudido y aplaudido con ve… con carismático pickwicknianismo e… se deja otear oteando con el catal…
Entre estimados nos turnamos para espiar tu libro entre congéneres nos espiamos por riguroso turno
Beethoven allí en el salón y ese presto de los mismos infiern… Animal magnético el inspirado ¿de dónde ese caudal injurioso?... “LA SONATA A KREUTZER”, no…
Convocatoria para madres adulterad… y adulterados alemanes ronquidos en morse y dos o tres o cuatro pensionistas inexorablemente sospechosos
El relámpago de la perspicacia en… donde la incitación del instante adorado agradecido cunde con el niño en el páramo aur…
Conmovida por la imponencia descal… a la pequeña lámina me conduje Yo había ya lucido enmarcada Desanduve la sujeción de un endogá…
Ojo –de vidrio– con el comandante… y con quien ironice o se aventure… Rubiedad a orillas de la noche hipertensión, chantaje en estas lejanías (Indias Occiden…
Karenin, el opio, mi amante, mi hi… mis celos, mi opulencia mi abandono. “ANA KARENINA”, novela de Le…
En la República Argentina los náu… (recuerdos, oquedades) En la República Argentina un túne… y en la partida a los soplos de certeza menudeando…
Subasto aparecidos inyectados de telequinesis fratern… señores interesados también en rododendros y vacas ininfluenciables ramoneand…
Disípase la carraspera infamante del recitador de Hualaca… que con diferidos ademanes desasor… la alegoría según decreto y sumo c… “EL VUELO DEL TIGRE”, nove…
El trineo chirrió y el barín arrib… atrás el sueño, las verstas y el s… y las medidas de aguardiente de lo… y otra vez el sueño en menudos cop… “LA BORRASCA”, novela de Leó…
Chitón, procuran los procuradores es la llovizna negra, costas y mañ… Atráense (sórdidos vaivenes) los vocablos bufete rico y bufete… y zarandeado tribunal de la chanci…
La nieve ¿y quién o qué le pone el revólver en la mano al millonar… ¿quién o qué lo incita a desmoronarse sobre la nieve
De muy atrás (Saint-Fiacre, en el Allier, cuan… el criminal Víctor Ricou el blando Ferdinand Fumal finado… y el preciso Maigret